"... La ignorancia no mata al pueblo, pero tampoco lo salva."

Esta frase de aquella vieja canción no dejaba de resonar en mi cabeza en nuestro último encuentro con mis compañeros en clase, no es la primera vez que me pasa (no es que me enorgullezca pero no me averguenzo), que alguien llega y te hace conciente del largo camino que te falta por recorrer, de lo pequeños que realmete somos, de las cosas que tal vez no debas olvidar.
Creo que a estas alturas ya puedo describir esa sensación, es... como si te sacaran bruscamente de tu comodidad y te mostraran una verdad mas grande, pasos agigantados y caminos de vida mas largos.. no debería sorprender despues de todo vivimos en un mundo donde una vida entera no alcanza para conocerlo por completo, pero sí, nunca se esta del todo preparado para darte cuenta de tu propia ignorancia públicamente, tal vez estas palabras suenen demasiado alarmantes o extremas para la realidad, pero en todo este tiempo esta es la reflexión a la que he llegado hasta ahora, esta experiencia de clase sólo me la recordó.
Es irónico, si en este momento no sonara tan poético diría que realmente existe lo predeterminado.. Destino.. lo llaman algunos, personalmente puedo decir que esta clase de experiencias que te ponen a prueba donde de diez preguntas obvias no puedas dar con ninguna ni siquiera forzando tu cerebro al 15% de su capacidad, lo creas o no, llegaran justo cuando lo necesitas, cuando el universo te ve demasiado cómodo con propensión a estancarte y... BOOM!!! llegan para recordarte que eso no es todo, el mundo gira y debes moverte tambien, por eso siempre suceden en un contexto en donde te avergonzarás y te asustarás, ese escalofrío te llegará a nivel celular y tu cuerpo reaccionará, si no, entonces no has aprendido nada y tal vez te daras cuenta que eso.. si es aterrador!.

‘...y sin embargo se mueve’.
Galileo Galilei.